Yo tenía una agencia de publicidad, pero en ese tiempo yo era director creativo de esa agencia junto con otro socio, y vino un amigo y me invitó a ver unos estudios que habían hecho y asesorados por unos norteamericanos, no sé quién eran, que vinieron a enseñar la técnica de los focus group a Chile. Entonces nos invitaron a varios publicistas a mirarla, no? Porque ya se había decretado que podíamos tener 15 minutos de televisión. Entonces fui a esto y fue bien interesante. Y luego de eso nos invitaron a todos los publicistas que habíamos ido a participar en un comité creativo para ver qué hacíamos, cuál era, qué campaña haciamos, qué estrategia. Entonces nos fuimos cinco personas a unas cabañas cerca de la playa a inventar esto, no? De ahí salió la estrategia campaña que fue que por una parte era una campaña positiva que no buscaba reprocharle a Pinochet su crimen, sino al contrario, era una propuesta que fuera para todos los chilenos, no solamente para para los opositores y dándole una ética y una estética a la posición, y a cómo se, como se estaba planteando, qué es lo que está ofreciendo en el fondo. Y de ahí salió el slogan “Chile. La alegría ya viene.” Salieron varios guiones y los que después se pusieron en la franja. Y sobre todo la estrategia campaña. Había otra propuesta que era mucho más dura, no? reprochando los crímenes y mostrando el sufrimiento que había tenido este país durante 15 años. Y a nosotros nos parecía que eso era insistir sobre la misma, sobre el mismo juego. No? Un juego de oposición, de enfrentamiento, y por lo tanto no prometía nada nuevo, sino que íbamos a seguir en esto. Y lo que se esperaba después de una campaña de ese tipo era que viniera una venganza o una vuelta de mano a todo esto y por lo tanto siguiéramos en un país bajo una nube negra, en el fondo, no? Salimos de ahí y yo le encargué a mi socio de ese tiempo que hiciera el, el Logotipo, no? Que tenía una dificultad porque el no, es una palabra que niega a todo, no? Entonces, “la alegría ya viene, no, era como una negación.” Entonces ahí apareció con esta imagen de la que se despejaba esta nube y que después de la tormenta viene el arcoiris y se hizo el arcoíris. Y tuvo, además tuvo una segunda interpretación que era que había gente de todos los colores detrás de esta propuesta. Y decimos esa, esa propuesta de campaña. Yo, ahí viajé, fui a Europa por un, por un tiempo y ahí se presentó la campaña al comando del No, hubo una serie de gente que encontraba que era muy liviana, en fin. Pero finalmente se convencieron y pudimos hacer la franja tal como salió.
Ahí hubo tres directores. O sea, todo esto era muy interesante porque la mayoría de los publicistas que había en Chile o de la gente que trabajaba en como cineasta o haciendo audiovisuales, era gente que se había entrado a la universidad o que estaba en la universidad cuando vino el golpe y muchas carrera humanistas fueron cerradas. Entonces, gente que venía del mundo de las humanidades, del intelecto, de la academia, trabajaba en publicidad para ganarse la vida. Entonces se juntó un grupo muy diverso, pero también muy, muy culto, te diría yo, y muy sensible. Y se pusieron a trabajar gratis para la franja. Entonces nosotros teníamos la suerte de tener a los mejores realizadores y a los mejores creativos trabajando para nosotros. Los otros no. La franja del Si, no. Y hubo otro elemento que fue también bien determinante, que parece que no le atribuyeron demasiada importancia a esto. El gobierno, tenía todos los medios a su favor. Tenía 24 horas al día. Podía mandar su mensaje y nosotros solo 15 minutos. Entonces encontraron que nadie iba a ver esto, que no éramos, daba lo mismo. Eh, tremendo error, porque cuando tú estás quince años con una sola música, de repente aparece otra y todo el mundo quiso verla. Entonces esto se va armandose. Decidimos hacerlo como un programa de televisión, como una programación donde había un conductor, había clips, había comerciales, por decirlo así, había otra nota, reportaje, etc. Y había tres directores que iban armando los programas que venían. Entonces uno se encargaba del programa de hoy, el otro el de mañana y el otro del siguiente. Trabajaron alrededor de 300 personas y lo más bonito es que no, está ésta línea de campaña, loss interpretó todo, entonces hubo muy poco que corregir porque todos estaban muy de acuerdo. Entonces los realizadores o la gente que traía nota que se yo, lo hacía bajo este mismo espíritu.
Somos una campaña bien, bien particular, porque movilizó una cantidad muy grande de gente y lo hizo sin mayores complicaciones. Igual todavía, ponemos esta nota, no la ponemos o no. Esto es muy duro, esto, que se yo, hay que cambiarlo. En fin, cosas como típicas, pero fue un trabajo de una misma inspiración, muy, muy fuerte. Y eso hizo que fuera que hasta el día de hoy nos emocionemos cuando la veamos, la vemos. Hasta el día de hoy, treinta años después se sigue discutiendo y en forma exagerada a mi gusto, pero bueno, se sigue hablando y movilizando la agenda política con esto. Mira, yo creo. Bueno, me entrevistaron mucho toda esta semana. En fin, a raíz de esto y hace 30 años, hay toda una generación que pasó. Y he estado tratando de buscarle explicaciónes de por qué pasa ahora esto, porque independientemente que sea una fecha redonda de 30 años, podría ser los 20 años o podría ser los 25. Nunca había ocurrido esto así, tan, tan fuerte. Y mi impresión es que hay como una gran carencia de sentido en la, en la sociedad en general. Y esto tuvo mucho sentido, no solo sentido político, sino que el sentido de encontrarse con una, con un propósito común y que era un propósito altruista. Y eso no hay, no hay un gran sueño común. Uno squieren dividir la sociedad y restringirla agotarla, reprimir a los que no son, no piensan igual. Y otra que quedó, sin sin una propuesta clara que hacer. Solamente oponerse a esto. Y eso en medio de un ambiente de confusión generalizada debido al cambio de era que estamos. Y entonces aparece esto que fue como una gran épica social, con mucho significado y con mucho debate y mucha búsqueda de interpretación. Pero mi impresión es que es como es, como una sed de sentido, que esta campaña lo tuvo. Entonces, revisando la historia, aparece esto como una, como un modelo, como un ejemplo. Irrepetible, por cierto. Además, están cambiando todos los paradigmas que sostienen este sistema tal como está. Entonces, simplemente votar por un candidato que te represente no es suficiente, aunque aunque ganes, no? Porque puede que mañana tu cambies y cambie tu manera de ver y no estés de acuerdo con esta persona que está gobernando. Entonces es más fácil para los líderes que buscan satisfacer la demanda de seguridad. Y aunque digan una cosa atroces, cuando hay cambios tan radicales como los que están ocurriendo ahora, hay un periodo de confusión muy grande. Nadie sabe muy bien qué hacer. Entonces nos apegamos al consumo o a salvar nuestro empleo o a los placeres inmediatos. Y queda atrás la construcción de una sociedad porque, no, se ven muy lejana, muy imposible. No hay líderes que propongan algún camino.
Mira, nosotros estamos estructurados bajo un sistema de registro e intercambio de información que está basado en la palabra impresa, en un libro. Y el libro no solamente es un depósito de nuestro conocimiento, sino que también nos da una estructura de cómo tenemos que pensar. Entonces pensamos visualmente, pensamos uniendo partes para llegar a un sentido como la palabra impresa y entonces, y el determinista concreto. Bueno, eso con la era digital se acabó. Entonces, hoy día la información circula de muchas maneras muy distintas y como los seres humanos creamos valor en las relaciones. Resulta que inrercambiando información de cualquier tipo, hasta genética, de todo tipo. Resulta que, hoy dia, la información es totalmente desordenada. No es lineal, no es sucesiva, no es determinista, es cuántica. Entonces cuando uno se mete en un proceso cuántico no sabe qué hacer y no hay forma de saber qué hacer. Entonces estos líderes fuertes que existen son los que te dicen, no tenemos que volver a un sistema ordenado, rígido, donde los malos sean, encerrados y no entre nadie a nuestra casa. Y en fin, pero eso va a durar un rato, no mucho. Lo que va a pasar, es que esto se va a terminar de imponer. O sea, cuando la información circula esta forma, toda la estructura que están basada en la concentración del poder y mediante el control de la información, como la Iglesia Católica, quedan sin sustento, la estructura cambia. Y cuando cambia esa estructura hay que inventarlo todo de nuevo. Y no sabemos todavía cómo es. Tú tienes todos los sistemas que tenemos, incluso la educación, con esta idea de que hay un profesor que sabe más y que le enseña a una serie de personas que saben menos.
Tampoco va a funcionar. Y tampoco va a funcionar el gobierno con las personas que tienen más poder, más autoridad, porque no tienen legitimidad y empiezan a caerse, no? Y están constantemente escrutados desde cualquier parte. Algo que ocurre en Ucrania puede rebotar aquí. Entonces, es un nuevo mundo. El problema con la palabra impresa es que es totalmente mental y irracional. Hoy día no puede ser mental irracional, tienes que considerar que tu cuerpo entero es el que lee, tu cuerpo entero es el que recibe y emite. Y ese cuerpo tiene emociones, tiene sentimientos, tiene intuición, tiene conexión con el, con el universo entero. Y estos, estas e, intercambios de información te modifican en forma completa. Si tu no consideras eso, estás tratando de restringir el mundo a una parte muy pequeña, no? Y muy limitada que es nuestro cerebro, nuestra racionalidad. Los comité creativo, por lo menos lo que yo hago, o lo que yo he hecho, cuando tú llegas a un concepto y ese concepto no, no te encaja, no te mueve, entonces lo desechas. O poner razones, las razones por cual votar, siempre aparecía, el gobierno noche con otras razones que podrían oponerse a esta idea. Y entonces fuimos tratando de buscar en lo chileno, en aquello que nos unía, en aquello que compartíamos como cultura, no? Una cosa como cálida de afectos. Y de pronto apareció esta idea de la alegría, así como una como algo común Todos queremos ser alegres, todos nos gustaría estar alegre, no? Todos nos gustaría que se despejara esta nube de violencia, y apareciera un arcoíris, y entonces eso nos hizo sentido, nos hizo sentido emocional.
Pero fue por un descarte de posiciones y entonces ahí cambiamos el juego. El juego se cambió en vez de en vez de ser uno contra otro, de pronto era una, era un abrazo, era mucho más una compañía mucho más femenina, no? Menos racional. Si tú la ves claro, dice cosas fuertes, pero o lo hace con humor. Burlarse del dictador era una cosa complicada en ese tiempo. No era, era, era muy osado y hoy lo hace con sentimiento. Entonces tu ves el baile de la, de las mujeres que bailan solas y eso da una emoción gigante. Nadie puede oponerse al amor de una madre ni a esa imagen tan pura y tan simple. Eso conmueve a todo el mundo. No necesariamente tu tienes que ser de un de un partido, o del otro, de una postura o del otro. Sé que hay, es una emoción que todos podemos encontrarla en el fondo de nuestro corazón. La gente que se abraza, la gente que se ríe. Una mujer que llora riéndose o sonriendo. Son imágenes que son totalmente potentes y que te llegan a ti, a tu, a ti como persona. No como militante. No como partidario, no como lo vimos la señora Yolita esta que no puede estar comprándo te. Y además fue narrada eso. Toda la expresión audiovisual fue muy íntima, es todo muy íntimo, íntimo, íntimo, de manera de llegar a los sentimientos de la persona.
Y eso es lo que sentíamos nosotros también. Y el cinco, cuando cuando vino la votación y vino todo este movimiento de que no entregan los resultados, qué sé yo. Claramente Pinochet quería dar un golpe de nuevo, ¿no? Entonces era un momento muy de mucha incertidumbre y mucha inquietud. Yo me fui a la casa de mis niños, que quedaba por aquí para acompañarlos y para estar ahí por si acaso había alguna, algo, pasaba algo. Estaba solo escuchando los resultados en la radio y en la televisión, que no llegaban nunca. En la radio, sabía más porque el comando del No daba resultado. Y bueno, cuando ya fue evidente que ganamos. Yo me emocioné mucho. Me puse a llorar solo alli en la sala, en ese lugar. Fue una, habíamos logrado derrotar a este infame con nuestro super poder, con nuestra propia. Y eso fue muy, muy, muy emocionante, muy bonito. Y al día siguiente, cuando salimos a la calle a celebrar, que se yo, la gente abrazada de los carabineros y dije ya aquí ganamos, este es el verdadero triunfo, no? Porque la gente que había sido reprimida y miraba a los carabineros como los como los representantes más cercanos de este poder omnipotente, en vez de burlarse de ellos en vez de agredirlos, lo abrazara. Era, ese es el verdadero triunfo de esa campana.