El día siguiente cuando salimos a la calle a celebrar, la gente abrazaba a los carabineros. Y yo dije, ya, aquí ganamos. Este es el verdadero triunfo. Porque que la gente -que había sido reprimida y que miraba a los carabineros como los representantes más cercanos de este poder omnipotente- en vez de burlarse de ellos, en vez de agredirlos, los abrazara, ése es el verdadero triunfo de esa campaña.