Entonces como que le dije: “¿Y tú no vai a celebrar? ¿No estaí contento?” Y como que me dijo: “No”. Entonces ahí caché que él era de otra tendencia política. Pero nos llevamos súper bien, po. Él en su volada, yo en la mía. Pero como se dice, en la mesa no conversamos ni de política, ni de fútbol, ni de religión.