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Ingrid Barrios Catró

Eh? Bueno, ese día yo fui destinada, o sea, salí seleccionada para ser vocal de mesa. O sea, estaba a cargo de la mesa, cierto. Y bueno, y como hacía muchos años que no habíamos votado, era una una cuestión que había, tenía que leerme todos los documentos de lo que había que hacer. Ya pero llegué y yo llegué con una meta clara: de que tenía que ser la presidenta de la mesa. Éramos cinco los vocales y tú sabes que el chileno de por sí no se atreve a decir las cosas abiertamente. Entonces yo dije yo voy a ser la presidenta. Y todos aceptaron. Todos aceptaron. ¿Por qué? Porque había visto que además era la vía más fácil, pero había que estar atento a todo. Y yo confiaba en mi, en mis capacidades, de que iba a estar atenta a todo, que no hubiera errores, no es cierto. Que no se cometiera ninguna cosa extraña ni nada chueco. Ya habíamos tenido una reunión antes que ya había detectado dos personas a favor de, O sea, habían tres a favor del No y dos del Sí. Entonces estabamos divididos. Por lo tanto, con mayor razón yo tenía que ser la Presidenta porque tenía que supervisar que las cosas se dieran correctamente, ya. Eso fue eso, por qué, ahora, ¿por qué votaba por el sí? Porque habíamos tenido 17 años de mucha tranquilidad después de haber pasado tres años en el infierno y no quería eso de nuevo. Cuando era la opción que me ofrecía el país, no es cierto? La opción era justamente volver a la politiquería, volver de nuevo a los partidos políticos, a las ideologías políticas, volver a las ideologías de izquierda extrema, marxismo, que ya había cambiado con los años, pero en el mundo, pero igual. Ya, había, había cambiado, pero en ese momento yo todavía no lo sabía, no es cierto, que en el fondo había caído también el comunismo en el mundo entero. Estaba cayendo a punto de caer. Bueno, pero eso yo no lo sabía, no es cierto. Pero por lo tanto, teníamos los temores de que podría volver a repetirse la situación que veíamos permanentemente en Cuba, no es cierto, como estaba Cuba. Así que había que proteger en el fondo, no es cierto, De que tuviéramos una ideología de ese tipo de nuevo. Y el gobierno militar me había dado plenas garantías de absoluta tranquilidad y no hubo persecuciones ideológicas de ningún tipo, salvo con los extremistas terroristas. Sí, yo reconozco que los reprimieron, los combatieron. Ese fue su objetivo. Pero el resto de la gente yo tenía cuñado, que era de izquierda, socialista, y siguió trabajando sin problema porque no era el tipo, no era de la lucha armada y tampoco era con respecto a a meterse, no es cierto? y a transformar y ir en contra de la estabilidad que había en ese minuto que era el gobierno militar.

Estaba en la universidad, pero ya estaba haciendo clases. Y bueno, y durante todo el gobierno militar yo viví tranquila. Me casé, tuve una hija. Se desarrolló mi vida totalmente tranquila, sin ninguna posibilidad de miedos con respecto a nada. Todo lo contrario, tranquilidad absoluta. Desarrollo económico, no es cierto? Hubo buenas oportunidades de ahorro, de surgir de una serie de cosas. Me separé también. Después salí sola adelante sin problema, o sea, con toda la, la, la, la tranquilidad y la estabilidad que había, la estabilidad económica que había. Porque hubo un quiebre por ahi por el año 82, 83. 82 creo que fue. Pero, pero en el caso mío no me afectó rotundamente ni profundamente, porque en donde trabajaba tampoco se produjeron mayores problemas. Entonces dependía del ámbito de donde se trabaja.

En la votación. Todo tranquilo. O sea, los militares. En el día de la votación los militares toman el poder de todos los centros de votación. Todo tranquilo, tranquilo. Hubo votación sin problemas. Hubo el conteo hasta el final, no es cierto. Y llegué a la casa. Tuve que ir a entregar todos los documentos, pero ya sabíamos más o menos lo que era en el local, quiénes había ganado. En el local mismo. Llegamos a la casa y bueno, era el país completo, no es cierto. Una una, un proceso que en el fondo era casi nuevo, porque después de tantos años que no se había realizado. Así que, bueno, llegamos, empecé a ver la tele y que pasaba? Quién ganó, quien no ganó?

Yo también estaba convencida que iba a ganar el Sí porque se veía por todos lados. A pesar de que yo como colega, no es cierto, siendo un colegio de niños en el fondo, o sea, había profesores de izquierda. ¿Que es los que pasaba con ellos? Bueno, ellos igual se sentían reprimidos que no podían hablar sus ideales, no los podían, no los podían hablar libremente. Pero había que pensar que era un colegio de niños de enseñanza media. Por lo tanto, tampoco un colegio privado que tenía su su reglamento, que tenía su ideología. El colegio católico en que tampoco ningún profesor podía venir, y si, si era católico el colegio, todos los niños eran católicos. Por lo tanto, los padres exigían, no es cierto? Que la filosofía religiosa cristiana católica fuera respetada y que los profesores no le vinieran a hablar a sus hijos, salvo solamente de su materia y no de ideologías políticas extrañas mas encima. Porque para qué estamos con cosas, la ideología marxista es ajena al país. No es una ideología que se formó, que se formó dentro de la idiosincrasia chilena desde que se forma este reino, el reino de Chile, no es cierto? Desde la época de la colonia, donde hay todo un seguimiento y una tradición.

Este país se formó militarmente. Se llamaba Capitanía General de Chile y el que comandaba la Capitanía General era un militar. Entonces nosotros veníamos desde la colonia con esa visión de guerra y todos los presidentes después posteriores, después que vino la independencia, habían sido todos militares. Habían pasado por las escuelas militares y después se habían dedicado a la política una vez que habían salido, no es cierto? Entonces teníamos una tradición militar en el país. Entonces, en el fondo, además de la tradición militar, era algo que estaba en nuestro ADN. Era era una cuestión del respeto al militar. Y al siguiente, bien po. Yo segui viviendo bien. Yo tenía un pega, yo tenía mis cosas, yo tenía clara la película, que se yo. La única lata era empezar a tener, esta este asunto de todos los políticos de políticos, no es cierto que podía no gustarme. La foto esa que traje es del momento posterior, unas votaciones que hubo para poder elegir qué presidente entonces íbamos a tener una vez que se fuera Pinochet. En realidad yo nunca tuve miedo. Miedo nada, no miedo para nada. O sea, yo sabía que a este gobierno ya no lo habían agarrado los marxistas, no lo iban a volver a agarrar. Y te lo digo ahora tampoco, jamás vamos a ser como Venezuela. Ya hasta ahí llegó.