Después del trabajo que me tocó hacer en la Vicaría de la Solidaridad, yo fui su primer secretario ejecutivo eb el año 76 y estuve ahí hasta el año 81. Fue una experiencia muy marcadora. Muy, muy, muy fuerte también. Y yo salgo después de tres años y medio, estuve en Roma, en una agencia Internacional de Noticias. Fui secretario general de esa agencia, Interpres Service, y regreso de allí ya el año 85, principios del 85 y estábamos en un momento muy, muy complejo de la vida nacional. No hay que olvidarse que el año 86 el Partido Comunista anuncia que será el año decisivo, con lo cual se pensaba que ellos podían botar y la presión popular también iba a botar al dictador, cosa que es un fracaso porque se descubre Carrizal con internación de arma y falla el atentado, en el Cajón del Maipo. Viene una represión muy fuerte. Más aún de la que se había tenido durante las protestas que parten el año 83. Llevábamos tres años ya de protesta, pero el 86 como que se produce un bajón muy fuerte y se llega a la conclusión de que la vía armada que algunos grupos anunciaban e impulsaban no tenía ningún destino frente a un gobierno militar bastante consolidado. Y se empieza a pensar, en buscar un camino distinto.
De acuerdo a la Constitución del 80, el año 88 había que realizar un plebiscito en el cual Pinochet esperaba que lo confirmaran por ocho años más y ya la consulta que se había hecho en el año 80 fue un escándalo. Y pesó la duda de que ningún dictador llama un plebiscito y piensa que lo va a perder. No. Llama el plebiscito, absolutamente seguro que lo va a confirmar, pero empieza a haber grupos de reflexión de dirigencia política que estaban en el, en crecimiento en ese momento a decir mira, ganemos el plebiscito, pero se dice mira, es un absurdo, no le podemos ganar el plebiscito. No hay registro electoral, pero el régimen se abre a iniciar un proceso de inscripción de la gente en registros electorales para darle un sello de legitimidad a esta consulta. Entonces se crea un comité, el Comité de Elecciones Libres, que empieza a transmitir con la necesidad de inscribirse en los registros electorales. Hay un quiebre en el frente opositor. Hay un sector que dice que esto es un absurdo, que es hacerle el juego a Pinochet y consolidarlo. Otros que dicen no, si todos los que nos oponemos a Pinochet nos inscribimos, ganamos, porque somos más. Pero él lo puede desconocer te decía. Él puede decir que no es válido, si puede hacer cualquier cosa. No puede fusilar a todos también. Pero en esta cancha que está rayandosé, hagamos el esfuerzo. En esa situación con un grupo de personas y teniendo como base operativa el Instituto Latinoamericano de Estudios Sociales y ILADES, que es de la Compañía de Jesús de los Jesuitas, organizamos un pequeño grupo para ver cómo la Iglesia se sumaba a esto. Y se nos ocurre crear un programa de educación y participación cívica promovido por la Iglesia. Partimos consultando la autoridad de la Iglesia en Santiago y después se fue extendiendo a todo el país. Este programa se llamó Belén. Es un programa que yo creo que hasta el día de hoy la gente no conoce.
Se mantuvo en una confidencialidad muy grande para que no lo eliminaran nunca. El Gobierno entendió lo que estábamos haciendo. Yo creo que lo miró muy por debajo. Pero nosotros hicimos un trabajo primero de convencer a la población por los canales de iglesia, que era fundamental inscribirse, y dos, que era fundamental participar y votar. Había muchísima gente que se le había olvidado lo que era una elección. Entonces había todo un plan de capacitación para explicar la importancia de inscribirse primero y dos, cómo se votaba. Así que hicimos urnas de cartón. Hicimos las famosas casetas donde la gente vota por una cortina para que no, no lo vean por quién vota. Y se iniciaron cursos. Hacíamos cursos de coordinadores a nivel nacional. Acá en Santiago y ellos volvían a su región y hacían cursos regionales en la diócesis. Por qué se llama Belén? Esto se nos ocurrió un día. Si uno ve Lucas 4, se da cuenta que Belén nace por un viaje que hace José y María, María, a punto de tener su hijo, al lugar donde ellos tenían que inscribirse, porque coincidentemente el emperador de la época se llamaba Augusto. Igual que el dictador de acá. Entonces nuestros afiches grandes era copiar exactamente lo que decía Lucas 4. El emperador Augusto ha convocado a un censo donde todos los habitantes tienen que inscribirse y participar. Y esa era la imagen que había, pública que nadie del gobierno entendió mucho esto, porque era lo más pío del mundo.
Yo daba charlas en muchos lados y partía con este cuento. El emperador Augusto ha convocado a, a un a un censo y por eso Jesús y María viajan a su ciudad natal, que es Belén. Aquí el emperador Augusto ha convocado a un plebiscito y nosotros tenemos que inscribir. Esto se expande a nivel Iglesia, todos los obispos participan y este programa culmina con una planificación para el día de elección, en que diseñamos un sistema para poder estar alerta de las posibles intervenciones que hiciera el Gobierno para anular el voto popular. Creamos equipos de trabajo, estuvimos en cinco lugares distintos de la Iglesia en Santiago. Pedí al Comité Permanente del Episcopado que votara muy temprano si estaba fuera de Santiago y los otros que estaban en Santiago lo hicieran también temprano y se constituyó todo el día en las oficinas del Comité Permanente, sin moverse, con cafecito, con almuerzo, con todo. Porque decíamos en cualquier minuto puede pasar cualquier cosa y la Iglesia va a tener que pronunciarse. Teníamos obispos muy, muy lúcidos, muy comprometido y presidía en ese momento el Comité Permanente Don Carlos González, un gran obispo que fue obispo de Talca. Es muy, muy buen amigo y él apoyó fuertemente. Sergio Contreras, obispo de Temuco, era secretario general, por lo tanto había un equipo muy importante. Teníamos un par de sacerdotes que eran de confianza de ellos Fernando Montes de los Jesuitas y Percival Cable de los Sagrados Corazones, y teníamos a Alejandro González, que era el jefe del departamento jurídico de la Vicaría.
En ese lugar teníamos este equipo que todas las horas había un momento de encuentro en 15 minutos donde yo les entregaba la información. ¿Qué información entregábamos? Nosotros planificamos en todo el país veedores. Entonces se mandaron a hacer unas fichas que se llenaban cada hora, donde se decía ¿hay movilización, funciona la electricidad, hay problema en los de votación? ¿Cuál es la actitud de la Fuerza Armada? ¿Que hace Carabineros? Eso se llenaba cada hora y se mandaba a nuestra oficina central. Con eso nosotros preparabamos un informe nacional y le decíamos a los obispo, no sea a las 11 de la mañana. Mire, hay una afluencia aproximadamente, calculamos de tantos miles de personas en el país. La locomoción está funcionando. No totalmente, pero hay locomoción. No ha habido problemas de cortes de electricidad. Aparentemente el país está en calma y no se paraba. Ellos ya no se supo. Si nosotros a nuestros equipos. Teníamos un equipo que solo controlaba lo que decían las radios. Con audífono en una sala grande se concentraban en escuchar y tomando nota de lo que decían las radios cada media hora se cambiaban, por, es muy degastador ese trabajo. Y había otro equipo que estaba frente a los, a la pantalla de televisión, viendo lo que la televisión estaba transmitiendo y se hacía también informe cada hora. Teníamos información del territorio y teníamos información de los medios de comunicación que era muy fundamental cómo el gobierno iba a manejar los medios para esto.
Bueno, esto duró hasta las cuatro o cinco de la tarde, donde nosotros con gente muy calificada, por ejemplo, estaba Engel, el que ha presidido la Comisión de Transparencia, con el gobierno de la Presidenta Bachelet, es un hombre muy lúcido, que le pedimos que hiciera un análisis que era muy difícil hacer, porque los registros eran nuevos. Cuando los registros eran antiguos, uno sabía automáticamente que la mesa uno, en Ñuñoa votaba de una manera porque estaba configurado a lo largo de muchas elecciones. El grupo de votantes ahora la gente se había inscrito en mesas distintas. Nadie conocía la reacción de las mesas, pero él hizo un estudio. Qué mesas en cada circunscripción electoral del país podía darnos alguna orientación y se llegó a configurar un grupo de 660 mesas. Nosotros tuvimos 660 veedores en cada una de esas mesas que su misión era informar de cómo funcionaba el proceso electoral, pero además muy importante, entregar el resultado, lo antes posible, porque este hombre, un capo ingeniero, hacía la proyección. Decía, si la votación va así, esto puede llegar a esto. Logramos tener una información muy, muy, muy precisa. De hecho, nuestro sistema se mantuvo impecable a lo largo de todo el país. Hubo problemas del del comando del No, que en algún minuto se le cayó su sistema y corrió a la Conferencia Episcopal a decir que datos tienen ustedes. Mira estos son la información, compartíamos con quien quisiera los datos.
Logramos evitar un par de situaciones que habrían sido muy, muy compleja. En algún minuto se nos informa por los canales que nosotros teníamos. Mira, hay problemas en la Legua Emergencia. Después, los medios de comunicación dicen que se ha detectado que entró un bus lleno de extremistas armados a la Legua Emergencia y en este momento el Gobierno ha dado orden de rodear la población y entrar. Eso significaba una matanza indiscriminada, porque primero el bus era mentira, nunca había entrado ningún bus con gente armada y eso lo supimos porque al vicario de esa zona junto con nuestro representante ahí le dijimos váyanse a la Legua Emergencia y chequeen la información. La chequearon. Y nosotros llamamos al general a cargo de Carabineros y le dijimos la información que dieron de Gobierno es falsa. La Iglesia sabe que no es así. Tenemos un vicario episcopal en la población, tenemos nuestra gente en la población. No hay nadie armado ni hay buses raros. Le advertimos esto porque nosotros tenemos un comunicado para lanzar en cualquier minuto. Si carabineros llega a actuar en la legua advirtiendo que usted fue informado y que ha cometido esta brutalidad. No dijo por favor, yo no, yo, yo no, esa información la vamos a chequear. Chequéenla, porque es falsa. No ocurrió nada. Después dijeron que iba un auto con extremistas armados camino Maipú. Otra mentira. Estuvo el gobierno tratando de provocar hechos de violencia para decretar finalmente que en estas circunstancias el plebiscito no podía terminarse. No logró hacerlo y nosotros ya temprano tuvimos una información de acuerdo a los informes que nos llegaron de las mesas, de que habíamos ganado, con tranquilidad.
Esto empezó a alargarse. Se retiraron tipo nueve y media de la noche todos los carabineros del centro de Santiago, lo que se temió de inmediato que iba a haber un autogolpe y que Pinochet iba a declarar nulo el plebiscito y él se constituía en, seguía siendo el dueño de este país. En la televisión, esa noche, un dirigente de derecha que había sido ministro del Interior de Pinochet, Onofre Jarpa. En una conversación con Patricio Aylwin dice «Tengo que reconocer, Patricio, que ustedes ganaron, el no ganó. Yo tengo esa información por nuestro partido. Así que los felicito. Esperamos que esto no traiga ninguna consecuencia.» Del gobierno no se daba ninguna información y la única información oficial que se entregó alrededor de la, casi las nueve de la noche, era que ganaba el sí. Con lo cual una mentira abrumante. Y después dijeron Vamos a llegar información cada hora. Nunca se entregó y se demoró la información hasta las 2 de la mañana, donde Cardemil que era subsecretario del Interior. Salió y dio el resultado que nosotros teníamos. Ganó el no. Esto, nuestro interés durante todo el proceso fue que ojalá no se supiera más que por los canales que nosotros teníamos, porque el gobierno lógico que a una operación así de educación cívica, de invitación a participar, a que la gente se inscribiera, que la Iglesia estaba promoviendo, iban a generar cualquier problema. Yo creo que ellos no supieron, hasta el día de hoy se sabe muy poco, salvo una sola vez del ochenta y ocho a ahora que algún diario sacó una crónica que decía «Operación Belén» y cuenta en términos generales lo que se hizo, pero nunca más se ha sabido.
Yo creo que nos dejó muy contentos porque hicimos un trabajo muy profesional, muy serio además, y que sirvió al país, no cabe duda, y que movilizó sectores de Iglesia que estaban dormidos, dormidos, que veían más bien la pugna entre el Partido Comunista y otros. Los Comunistas costó mucho que se subieran a éste, a este esquema democrático de echar a Pinochet con un lápiz. A Pinochet se le vencio no con un fusil AK, sino que se le venció con un lápiz. Cada uno puso una rayita donde decía no y pum! Cayó la dictadura. Ahí se empezó a preparar la elección del año 89. Para esa elección rearmamos el equipo de Belén para el conteo de votos, para la información situacional que se llamaba, cual eran las situaciones que estaban ocurriendo en el país. Y nosotros tuvimos el resultado de la elección del 89, muy temprano, muy rápido. Ya conocíamos un poco como se habían comportado las mesas, por lo tanto Engel pudo hacer un trabajo mucho más acotado y supimos muy temprano los resultados. No sólo los resultados presidenciales, sino que también los parlamentarios, porque también cubrimos esa información. Eso es lo que te podría contar del, de lo que hicimos el 88, que lo conocen muy poca gente