/JUAN ÑANCULEF

Juan Ñanculef

TRANSCRIPCIÓN

Bueno. Iñche Juan Ñanculef Huaiquinao pigen. Kiñe mari mari pikunuan tañi  mapuzugun mew. Iñche ta llewgen ta Tromen pigey ñi lof, lof mapu, Mapuche Mapu. Feita comuna Temuco mülelu feita üyüw epu mari kilómetros peno. Les saludo con el fraterno mari mari, saludo milenario mapuche. Mi nombre es Juan Ñanculef Huaiquinao. Yo nací en un sector territorial que se llama Tromen. Antiguamente fue un ayllarewe. Tromen Alto, Tromen Bajo, Tromen Medio, Rinconada Tromen. Era un territorio grande. Hoy día la realidad es distinta. Desde ese lof, el territorio original mapuche, a unos 20 kilómetros de Temuco, nosotros vivimos y nacimos en la comunidad mapuche. Pero mi padre había estudiado porque mi abuelo le permitió estudiar, porque mi abuelo fue un hombre de recursos económicos y ya tenía bastante dinero mi abuelo y entonces mi padre pudo estudiar y por eso él también se motivó mucho para que nosotros, que fuimos cinco, éramos cinco hermanos, una mujer, pudiéramos estudiar. Eso en el sector de Tromen, los de mi, los de mi generación, casi todos quedaron en la comunidad, viviendo a su manera. No están mal, están bien igual, pero nosotros logramos salir adelante porque estudiamos, digamos, entonces nos vinimos más, nos permitió venir a la ciudad, a Temuco y tener una profesión, que era lo que más quería mi padre. Y eso se logró con nosotros, ¿no? Por cierto, como mapuche, nosotros pasamos un fenómeno de alta discriminación, especialmente en los, en la enseñanza media, liceos. Entonces, claro, nosotros aguantamos la discriminación, el bullying, todo y lo menos que nos decían era indio de mierda, digamos.

 

Eso era muy común en el liceo donde yo estudié. Por suerte en la cultura mapuche hay un principio que dice “Kizugüñewkülelay che“. Nadie ni nada está al azar en el mundo. Las cosas se dan así porque están dadas así ya. Entonces, bajo esa episteme mapuche yo diría que nosotros tuvimos una serie de factores de suerte para poder salir adelante. Eso influye mucho a la hora, los designios de los espíritus mapuche, ¿no? Eso nos ayudó mucho. Y en ese sentido yo estudié en el Instituto Superior de Comercio, que en aquellos tiempos otorgaba el título de Contador Público e inmediatamente salí del Liceo. Se me presentó la oportunidad de trabajar en una institución que se llama o se llamaba Fundación Instituto Indígena, que dependía de la Iglesia Católica del Obispado de Temuco y fue coincidente con el nacimiento de las organizaciones indígenas en contra de la dictadura de Pinochet. O sea, ahí estoy hablando de 1978, 79 hasta el 80. Hay una efervescencia de la demanda mapuche por proteger la tierra, porque la dictadura militar, el dictador Pinochet sacó un decreto ley, porque cuando se está en dictadura no puede haber ley, porque no hay Congreso. Entonces salen decreto ley, por orden del presidente, y ese decreto ley es el 2568 que ordenó dividir y subdividir las comunidades indígenas mapuche, ¿no? Y entonces el obispo de Temuco, don Sergio Contreras Navia en ese tiempo, amparó el movimiento mapuche. Al amparo de la Iglesia se fundó acá los Centros Culturales Mapuche en 1979-80, justo en el momento en que sale la ley de Pinochet. Esta organización indígena mapuche nace para defender la tierra indígena y que no sea dividida, que no se aplique la ley de Pinochet. Al final se aplicó todo y la gente mapuche aceptó dividirse.


Recuerdo que en 1985-86 quedaban alrededor de 40 o 50 comunidades mapuche que estaban resistiendo para no dividirse y finalmente terminó de aplicarse la ley y solo quedaron siete comunidades por ahí que no se dividieron. Ya dentro de la cual uno está aquí cerquita de Temuco, Rofue, que fue tildada en ese tiempo de comunistas por porque se aguantaron hasta el final. No aplicaron la ley de Pinochet ya. Entonces por eso yo digo el factor suerte, porque a mí me contrataron por esas cosas de la vida para ir a trabajar en la Fundación Instituto Indígena y empieza a llegar la cooperación internacional. Había una institución que se llama Misereor de Alemania y la famosa Central Stell de Alemania, de los trabajadores que daban el 1% de su sueldo para los países que tenían problema político. Y llegó muchos recursos, muchos recursos de diferentes países de Europa. Y a mí me tocó administrar esa plata y yo tenía apenas 19 o 20 años. Ya entonces me metí en el movimiento indígena mapuche de la noche a la mañana sin saber nada, llegué a entrar, digamos. Y eso me permitió conocer la demanda política mapuche, porque tuve la suerte de contactarme, de conocer a gente importante como Don, no sé, Don Painemal, por ejemplo. ¿Cuánto se llama el nombre? Don Lorenzo Boroa, Don Herminio Cheuquepil, que fueron fundadores de este movimiento Indígena. Mario Curihuentru, que fue el primer presidente de los centros culturales, Isolde Reuque. Y tuvimos entonces, yo tuve, me metí, digo yo, en la chuchoca política mapuche sin saber nada y empecé a conocer la base, ¿no? Yo venía transculturizado, total. No quería hablar mapuzugun. Mi padre me había enseñado a no hablar mapuzugun porque él sufrió mucho cuando estudió. Se burlaban mucho de él. Entonces, él decía no, usted no tiene que hablar mapuzugun, solo castellano, porque yo quiero que ustedes sean como winka, como winka, como chileno, ya para que se defiendan en la sociedad. Y por eso habíamos perdido el idioma. Entonces, cuando yo empiezo a trabajar a los 19 años, empiezo con recuperar la cultura y recuperar el idioma. Hoy día soy hablante 100% del mapuzugun, hago grandes traducciones y metido en la chuchoca política mapuche ahí en la Iglesia Católica. Desde 1980 a 1986 llegaron a existir seis organizaciones mapuche con la misma demanda, pero se fueron fogueando con corrientes políticas. Ya. En los Centros Culturales Mapuche quedaron ahí y se formó una organización nueva que se llamó Admapu, donde estaban allá hoy día no, hoy día es dirigente allá de la Mapu, todavía está Santos Millao ahí, todavía. Está viejo, está pero está todavía y en ese tiempo recién venía llegando de de la URSS, de la Unión Soviética, Santos Millao, porque había estado becado, estudiando allá cuando pasó el golpe de Estado, por eso se salvó, si no Pinochet le habría cortado la cabeza.

 

Entonces Santos Millao formó la organización que se llamó Admapu. Y esta se tildó entre comillas de “comunista”. No es que ellos hayan dicho somos comunistas, sino que el resto dijo esos son, son comunistas. Entonces después nació, nació otra organización que se llamaba Ayllarehue,  ah los socialistas. Después los PPD formaron otros. Al final eran seis organizaciones que estaban en contra de la ley de Pinochet y que trataron de defender al territorio mapuche, pero al final se dividió todo igual. Como te digo que eran seis comunidades sin dividir solamente. Yo pasé toda esa historia, toda esa chuchoca, porque me tocó a mí entregar los recursos para que las organizaciones tuvieran capacidad de gestión, ya que nosotros recibíamos la plata de Alemania. Cuando yo llegué a la Fundación Instituto Indígena habían como 15 trabajadores.


A la vuelta de año, éramos 100, 100 funcionarios. A mí me tocó contratar gente famosa como René Saffirio, un abogado de los derechos humanos, Eduardo Castillo, gente importantísima de la época, que estaban en un equipo que se llamaba Solidaridad dentro de la Iglesia Católica. Eran abogados, antropólogos que estaban defendiendo a la gente mapuche. Entonces las seis organizaciones lograron unirse y converger cuando viene la campaña del No. Cuando viene el plebiscito de 1988, estas organizaciones se unen, salvo Aucán Huilcamán, que forma el movimiento distinto que sería el séptimo movimiento. Estaba en contra de Pinochet, pero él no quiso ingresar en este acuerdo político y el Aucán formó una organización que se llama Consejo de todas las Tierras y resulta que él dijo que no, que él quedó afuera. Pero la otra seis hicieron el pacto, el acuerdo político con Patricio Aylwin, que fue el candidato que se levantó dentro de lo que se llamó la Concertación. Se unieron los partidos políticos para para ganar el plebiscito del Sí y del No en 1988. Y este acuerdo se firmó en Nueva Imperial. Ahí yo estaba ya metido, bien, bien metido en la política indígena. Incluso después yo me retiré de la Fundación Instituto Indígena porque tuve un pequeño problema ahí, pero ya estaba en otra ONG. Estuve en el CAPIDE. Y desde esa ONG nosotros tenemos mucha más libertad todavía para hacer acciones políticas, ¿no? Y así entonces yo conocí a Ricardo Lagos, yo lo ando trayendo en mi furgoncito, yo tenía un furgón y conocí a Ricardo Lagos y yo después fui por dos años vicepresidente regional del PPD. Fundamos el PPD para resistir, para organizar y para votar por el No.


Entonces, a la larga, después yo seguí aguantando, seguí soportando al PPD. Yo fui fundamental para resistir el PPD, porque todo el resto de la gente se formó el Partido Socialista y se separaron del PPD y quedamos los PPD más puros nomás, los químicamente puros, políticamente puros. Así que así enfrentamos la campaña del plebiscito. Con la franja del No muy fuerte. Y yo estaba en CAPIDE, Centro Asesor y Planificador de Investigación y Desarrollo, así se llamaba la ONG. Una ONG con tendencia de izquierda, puros antropólogos. Y trabajábamos con la gente mapuche, con la cooperación internacional. La plata que llegaba la mayoría era de Holanda, con esa ONG. ¿Y entonces? Yo ya conocía a René Inostroza como folklorista, había sido locutor de una radio, la Radio Cooperativa de Temuco. Él había estado trabajando en la Radio Cooperativa, pero en esa ocasión me tocó conocerlo de persona y yo nunca supe si el CAPIDE le pagó a René Inostroza. Deben haberle pagado y empezamos a hacer campaña en las comunidades y nos íbamos a Lautaro, nos íbamos a Galvarino y allá nos esperaban un montón de gente mapuche. Y nosotros le decíamos que veníamos a pedir el voto por el No. Y yo explicaba a la gente cómo hay que votar. Y llevábamos el voto, le mostrábamos aquí hay que marcar el no y le llevábamos afiches, fotos, cuestiones. Y mientras tanto, René Inostroza cantaba sus canciones. Y yo interrumpía, después hablábamos del plebiscito, cuál era la importancia del No, de la democracia. Y después contaba chistes, cantaba muy bien él, muy lindo. Y todo eso lo grabamos y sacamos un video después que hicimos el lanzamiento. En aquel tiempo había una red de ONG desde Santiago a Puerto Montt y habían adscrito a esa, a esa red, entiendo que ocho ONG.


Pero la que más mandaba se llamaba El Canelo de Nos en San Bernardo. Ahí estaban los más importantes y los que tenían más plata. Íbamos a capacitarnos, teníamos mucho tipo de capacitaciones allá y nosotros con René Inostroza andábamos haciendo esta grabación y hicimos el lanzamiento en El Canelo de Nos. Me acuerdo que llevábamos como alrededor de 30 copias de video en unos cartuchos antiguos ya en donde se hacían las grabaciones y lo entregábamos allá a las diferentes ONG que participaban en esta red hasta Puerto Montt. Era tanta la ansiedad de que la gente votara gente participara que las ONG de aquellos tiempos, la misma Fundación Instituto Indígena donde yo había estado antes, la CAPIDE, después habían varias otras ONG, se pusieron con vehículos como sea para ir a buscar la gente a las comunidades, porque lo que hizo la dictadura fue tratar de que no salieran los buses a buscar gente, porque sabían que…pero la gente llegó, la gente mapuche llegaba como sea y hubo una tremenda participación de tal manera que nosotros lo que estábamos por el no pensábamos que íbamos a ganar acá po. Nunca pensamos que sería la única región donde ganó el Sí, digamos. Así que no la participación fue bastante buena, con muchas dificultades, sectores muy lejanos acá para venir a votar y además no, no habían muchos lugares donde votar. Ahora se habilitan espacios para votar más cerca de la gente. Yo, por ejemplo, ahora tengo una votación aquí cerquita, en una escuela a cuatro cuadras de mi casa y vamos a votar, digamos. En aquellos tiempos teníamos que ir al Liceo Pablo Neruda y al centro y se atochaba a la gente. Entonces logramos el triunfo del NO, a excepción de la región de cada de nosotros de la Araucanía, que en ese tiempo nosotros no creíamos que los mapuches hayan votado por el Sí. Nosotros pensamos que había sido un fraude, porque de todas maneras la dictadura tenía mucho, mucho manejo del del plebiscito, podían hacer mucho, mucho engaño. 

 

Entrevista realizada en julio del 2023.