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Sergio Campos

El 5 de octubre de 1988, es una fecha muy esperada por una cantidad importante de chilenos que habían trabajado durante 17 años para recuperar la democracia. Todo el tiempo que se vivió digamos, en dictadura en Chile, significó desaparición de personas, ejecución de personas, tortura, exilio, exoneración de trabajo y con un nivel de pobreza muy crítico. Chile llegó a tener un nivel de pobreza del 40% de la población. Y la cesantía superaba con crecer el 25, 28%. Así que tú comprenderás que una situación de esta naturaleza marcada por un repudio internacional de Naciones Unidas condenó a la dictadura chilena durante 17 años por violación a los derechos humanos. Era un país prácticamente aislado, digamos, del mundo. Era una situación que se tornaba cada vez más crítica, con una serie de escándalos del punto de vista financiero que tuvieron marcados en 1982, especialmente por la crisis bancaria. Crearon un clima de endeudamiento de los Chilenos con préstamos muy fáciles de otorgar, altas tasas de interés. Yo diría tasas de interés especulativas. Y la gente no pudo pagar sus créditos. Y eso representó entonces que esta sensación de pago generalizada dejará en falencia a los bancos los dejaron en prácticamente, en bancarrota. Y entonces en 1982, el estado tuvo que ir en auxilio de los bancos porque si no habría sido prácticamente una quiebra del país. Y el estado logró a sustentar a los bancos con préstamos a largo plazo.

Bueno, toda esa situación está marcada por el otro fenómeno en la materia de derechos humanos así que por lo tanto el 5 de octubre fue un día muy potente del significado que tenía para recuperar la democracia. Hubo una campaña donde la dictadura permitió que la posición pudiera también publicitar su mensaje. Y eso lo hicieron con el propósito de legitimar el resultado del plebiscito que ellos pensaban que lo tenían asegurado, que lo iban a ganar. Porque había una serie de acciones que habían emprendido digamos durante muchos años que le iban a granjear entonces la votación especialmente en el mundo popular. Bueno, y en la franja televisiva ya hubo una impronta que marcó una diferencia substantiva porque la derecha, la dictadura, implementaron una campaña que se denominó la campaña del terror. O sea, si gana el No, va a volver la Unidad Popular, el comunismo se va a empoderar del país. Y por otra parte la campaña del No con los partidos que venían de la alianza democrática estuvo centrada en un mensaje que fue muy categórico: “La alegría ya viene”. O sea, eso implicaba que todo el tiempo de tristeza, de dolor iba a concluir digamos si ganaba el No, porque eso abría la posibilidad de revisar elecciones libres. Y el planteamiento del voto era muy tendencioso porque decía algo así como: “apoya usted a su excelencia el Presidente de la República Don Augusto José Ramón Pinochet Ugarte para que siga dirigiendo el país?”. Entonces decía “Sí” o “N”. El “No” además siempre tiene una connotación negativa, digamos, subliminalmente hablando.

Así que existía expectación, pero existía temor de que el plebiscito fuera a ser manipulado, y otorgarle un triunfo al dictador. Por lo tanto, la alianza democrática- con la Concertación del Partido por la Democracia que ya así se veía nominada, el conglomerado- son 17 partidos que se agruparon- articuló un sistema para establecer un control de la votación en cada uno de los locales del país. Y la gente se ofreció como voluntario en un sistema bien precario porque en ese tiempo no existía la informática, los computadores, no existía internet, tampoco existían los teléfonos celulares. Así que cada apoderado en la mesa tomaba nota e iba a un teléfono público a transmitir los resultados que se producían en las mesas o en los locales de votación a una central que se había preparado especialmente para procesar esos datos.

Y el día comenzó muy de madrugada porque yo trabajaba en la Radio Cooperativa entregando información acerca de los lugares de votación, de cómo había que presentarse a los lugares con la cédula de identidad porque la dictadura había hecho otros plebiscitos, pero eran plebiscitos truchos: uno que se hizo en el 1978, fue un plebiscito que no tenía registros electorales para apoyar al gobierno. Después se hizo otro el ‘80 que tampoco tuvo registros electorales. La gente votaba donde quería y las veces que quería. Y en el primer plebiscito le cortaban la punta al carnet de identidad- a la cédula. Y en el segundo plebiscito le pegaban una estampilla al carnet de identidad. Entonces se sentía mucha desconfianza, por eso la Concertación del Partido por la Democracia se tomó el recaudo de llevar un recuento paralelo de la votación. Y la mañana estuvo muy tensa pero la gente concurrió a votar masivamente. Creo que la abstención fue alrededor del 10, 12%, muy baja la abstención en relación con los datos históricos.

Chile tuvo elecciones con abstenciones que llegaban al 18, 20%. Por lo tanto, la abstención que hubo aquí fue muy baja. La gente tenía deseos de hacer un cambio. Yo había empezado en la Radio Cooperativa, a conducir el programa de la Radio Cooperativa que era un programa especial a las 6 de la mañana, y ya como a las 10, 11 de la mañana yo fui a votar en la comuna de Providencia, sector oriente de Santiago, y vi que había una gran masividad de electores que estaban concurriendo a votar. Y bueno, se desarrolló todo el proceso con relativa normalidad con algunos pequeños incidentes. Pero en la tarde, ya Pinochet dijo que se había visto una micro por el sector de Plaza Italia que es el corazón de la manifestación de supuestos policías uniformados, pero que eran policías falsificadas, y dijo “esa gente”, dice, “no se sabe que quiere hacer, pero puede que sean terroristas”, dijo Pinochet. Entonces eso creó, otro elemento de incertidumbre. Pero ya avanzaba la hora, el gobierno no daba conocer los resultados del plebiscito.

Y si, la Concertación dio conocer los resultados que estaba ganando el No. Así que, bueno, la comuna de Providencia, del sector oriente de Santiago, eran sectores que se suponía que eran mayoritariamente de derecha. Ganó el Pinochetismo allí- la dictadura. Pero en todo el país gano la opción No. La única región donde ganó el Sí fue la región de la Araucanía. Fue el único lugar de Chile donde Pinochet ganó el plebiscito. Pero en general, por ejemplo, en el caso de la Radio Cooperativa, estuvimos informando de todo lo que pasaba ese dia, y la televisión, especialmente Canal 13, ocultó la información en un momento, porque cuando todo el mundo quería saber noticias y saber cómo estaba el recuento de los distintos locales de votación, ellos transmitieron una película del Correcaminos, que es una caricatura. Y eso marcó también un momento de mucho temor; de que había un control, y Televisión Nacional que era controlada directamente el estado, también empezaron a transmitir monos animados. Entonces, allí se generó una preocupación muy grande.

Y hubo dos momentos, uno en que Sergio Onofre Jarpa que había sido el Ministro del Interior de Pinochet dijo “ganó el NO” en la televisión y el General Matthei que era miembro de la junta del gobierno concurrió a La Moneda y le preguntaron los periodistas, “¿A que viene, General?”, “Bueno” dice “vengo a sacarle las espoletas a la bomba”, las espoleta es como el de como el detonador de un artefacto de esa característica dice, “porque ganó el No”. O sea él reconoce que ganó el No en la elección antes de entrar a una reunión a la que había convocado Pinochet y el Ministro Sergio Fernández Fernández, que tenía el propósito precisamente de manipular el resultado porque recién el gobierno dio a conocer un porcentaje muy mínimo como a las 2 de la mañana- el resultado para reconocerlo.

Pero antes habían dado una información en que estaba ganando el Sí, pero era como el 5% de la votación. Entonces, fue un momento de gran incertidumbre y los partidos de la Concertación pidieron a la gente que se mantuviera tranquila, que hiciera todo eso. Pero igual la gente salió a las calles a celebrar. Ese fue más o menos la idea general del día 5 de octubre que después estuvo en una explosión al día siguiente, y que le gente ya salió definitivamente a las calles y, cosa curiosa, abrazaban a los carabineros, celebraban con ellos, los carabineros que estaban en la vía pública y eso representó entonces prácticamente un nuevo amanecer para Chile.