Había una sensación de empoderamiento. Había una sensación como de apertura que no habíamos vivido antes. Había como un ambiente. Había un ambiente de miedo, pero al mismo tiempo un ambiente de que si se podía hacer algo. Entonces, yo creo que para los jóvenes que estábamos entre 15, 16 y 17 años era como un nuevo sentimiento de libertad que no habíamos sentido antes; se podía ir a todas estas manifestaciones…